Antonio Pampliega es un periodista que pasó diez meses secuestrado por Estado Islámico. Sabe lo que es el sufrimiento, sabe lo que es un trauma y le ha espantado ver «los límites» peligrosos que se han alcanzado en Twitter, «como poner en duda la declaración de una víctima de violación por tratar de rehacer su vida».
Pampliega se refiere a la joven supuestamente violada por ‘la manada’ el 7 de julio de 2016 en Pamplona y a la cobertura que algunos medios han dado a la información sobre el juicio, que se celebra estos días. El periodista ha publicado un hilo que se ha convertido en viral.
«Se está cuestionando que la muchacha no se haya quitado la vida o que no se haya encerrado en una cueva para no volver a ver la luz nunca más», dice Pampliega, y señala lo absurdo del razonamiento: «Me parece LAMENTABLE que se cuestione a una víctima porque trata de VIVIR».
«Lo primero que le sorprende a la gente es que, después de haber estado secuestrado, no haya perdido la sonrisa. Mi respuesta siempre es la misma… Ya me la borraron durante 10 meses. Y no pienso volver a perderla».
Así es como continúa:
Desde algunos medios de comunicación (como el de la fotografía) han dedicado un artículo (https://t.co/KZFvMngZ7I) a tratar de ahondar en la vida de la víctima. pic.twitter.com/FECUdVWXrD
— Antonio Pampliega (@APampliega) 15 de noviembre de 2017
Son extractos del texto que he compartido… Se está cuestionando que la muchacha no se haya quitado la vida o que no se haya encerrado en una cueva para no volver a ver la luz nunca más. (4)
— Antonio Pampliega (@APampliega) 15 de noviembre de 2017
Así que he decidido contaros mi caso. Lo primero que le sorprende a la gente es que, después de haber estado secuestrado, no haya perdido la sonrisa. Mi respuesta siempre es la misma… Ya me la borraron durante 10 meses. Y no pienso volver (6)
— Antonio Pampliega (@APampliega) 15 de noviembre de 2017
Y después de salir del hospital en el que estuve ingresado tres días fui a ver Star Wars en el cine de verano del parque de la Bombilla, en Madrid. Porque tenía que seguir con mi vida… porque ya viví durante muchísimo tiempo encerrado y jodido.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 15 de noviembre de 2017
El de la derecha soy yo (mayo 2015) y el de la izquierda también soy yo (mayo 2016). Entre las fotografías hay un año de diferencia y más de 50 kilos perdidos… ¿De verdad se puede poner en duda que estuve secuestrado? pic.twitter.com/VWR7eV0UjI
— Antonio Pampliega (@APampliega) 15 de noviembre de 2017
Mientras yo estaba retenido en Siria… Mi pareja acudió todos los días a trabajar. Iba maquillada, arreglada, sonriente… Pues algunos compañeros de trabajo se atrevieron a juzgarla. «Mira cómo viene hoy… y el novio secuestrado. Eso es que no le quería».
— Antonio Pampliega (@APampliega) 15 de noviembre de 2017
Soy partidario que los miembros de La Manada merecen la presunción de inocencia… Pero eso no nos da derecho a destrozar a la víctima por querer rehacer su vida, por ir a la playa o por seguir con sus estudios.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 15 de noviembre de 2017
No… No os echéis las manos a la cabeza. Yo he sufrido acoso en las redes sociales… Y se me pasó por la cabeza. Pero hasta que no lo sufres no lo sabes…. Hemos perdido la capacidad de empatizaz con el que sufre.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 15 de noviembre de 2017
Y eso es muy peligroso. Mucho… Porque mañana os puede tocar a vosotros estar en el lugar de la víctima. FIN.
— Antonio Pampliega (@APampliega) 15 de noviembre de 2017