La violencia (abierta, explícita, en escalada) ha vuelto a las calles de Jerusalén y de Cisjordania. La nueva crisis estalló después de que el pasado 14 de julio se produjera un ataque en la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3C3%A9n» target=»_blank»>Templo de Salomón, del que sólo queda en pie el Muro de las Lamentaciones. Es el lugar donde la tradición judía ubica la piedra sobre la que Abraham iba a sacrificar a Isaac y donde se hallaría el sancta santorum, la cámara sagrada del templo, su columna espiritual.
Sin embargo, con el paso de los siglos, ese espacio quedó dominado por las mezquitas de Al Aqsa y La Roca, claves en el devocionario musulmán. Ellos lo llaman Noble Santuario o Haram al Sharif.
La zona, que se encuentra situada en la ciudad vieja de Jerusalén y más concretamente en la zona este, territorio originalmente palestino, estuvo en manos de un waqf (una especie de gestor) controlado por Jordania. Así se mantuvo hasta que, durante la Guerra de los Seis Días (1967), las tropas israelíes ocuparon la zona.
La bandera israelí llegó a ondear en la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3Slideshow-760380%
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